Colección
Herramientas Tradicionales
La elaboración artesanal del calzado es un complejo proceso que ha mantenido las mismas fases de producción desde hace siglos, y que exige a los zapateros unas habilidades muy especiales logradas después de años de aprendizaje. Para llevar a cabo todo este proceso, antiguamente era habitual la colaboración de todos los miembros de la familia y de algunos ayudantes, que se repartían las tareas entre hombres, mujeres y niños. Antes que nada, el zapatero tomaba las medidas del cliente, hacía los patrones a partir del diseño elegido y preparaba los cortes de la piel. Un formero se había encargado previamente de la realización de la forma. Posteriormente, las mujeres eran las encargadas de coser a mano o a máquina los cortes de piel que después montaban los hombres, clavándolos sobre la forma de la madera, y cosían, así mismo, las plantillas, la gira y la suela. También eran trabajos propios de las mujeres los relativos a la finalización del zapato, como pintar y limpiar el calzado. Los niños, por su parte, se encargaban de los trabajos más sencillos como encolar o ir a buscar los materiales.
El Museo del Calzado y de la Industria dispone de una amplia selección de herramientas para la fabricación manual del calzado datadas del siglo XX cedidas por antiguos zapateros de la comarca, las cuales dan muestra de la gran cantidad de subprocesos específicos necesarios para la realización del calzado de forma tradicional.
Maquinaria industrial
El desarrollo de la maquinaria industrial se produjo a partir de la mecanización de los antiguos procesos manuales de fabricación del calzado. Son necesarias más de 100 operaciones para realizar un zapato y cada máquina está concebida para llevar a cabo una parte muy especializada del proceso. Es tal la complejidad de la producción del calzado que, dependiendo del tipo de modelo seguido, es necesaria la utilización de unas máquinas u otras. Inca y la comarca del Raiguer se han diferenciado por la elaboración de un tipo de zapato de gran calidad de origen tradicional llamado Goodyear. Este tipo de zapato, muy confortable y de gran resistencia, se caracteriza por una doble costura que une, por un lado, el cuerpo del zapato en la gira, y por otro, un segundo repuntado exterior que fija la suela en esta pieza.
La selección de maquinaria expuesta en el Museo del Calzado y de la Industria sirve para ilustrar las fases más importantes de la laboriosa fabricación de calzado Goodyear de manera industrial: el diseño y la forma, el patronazgo y el corte de la piel, el aparado, el montaje, el acabado y el envase.
Industrias auxiliares
La fabricación del zapato es un proceso muy laborioso que requiere una gran cantidad de procedimientos diferentes y un alto grado de especialización. Tanto es así que a lo largo del siglo XX surgieron una serie de empresas, la mayoría a Palma, atraídas por la fuerte demanda de productos necesarios para la fabricación del calzado: curtidurías, fábricas de formas, talones, gomas, suelas, tensadores, huevas, betunes y productos químicos, colas, cajas de zapatos y distribuidores de ornamentos para calzado y maquinaria especializada.
El tren, que llegó a Inca el 1875, facilitó la comercialización del calzado producido en toda la comarca del Raiguer y permitió que este llegara de una forma más rápida hasta el puerto de Palma para su exportación. Por otro lado, la generación de electricidad fue un recurso primordial para la industria del calzado, puesto que permitió optimizar el funcionamiento de las máquinas a las fábricas. Entre 1901 y 1915 la electrificación fue una realidad a la mayor parte de Mallorca.
Al Museo del Calzado y de la Industria se puede apreciar una muestra de objetos pertenecientes a las industrias auxiliares del calzado, de entre los cuales destacan un extensómetro para probar la elasticidad y el punto de ruptura de las gomas, un bombo para adobar pieles, un telar de piel, un muestrario de lazos y otros complementos ornamentales para zapatos, tachas, suelas, tapas y talones de goma, revistas, fotografías y cajas de zapatos.
Homenaje fotográfico
La comarca del Raiguer ha sido la cuna de numerosas generaciones que, una por una, han transmitido los conocimientos relacionados con el mundo del zapato y las industrias auxiliares. Para rendir homenaje a todos estos hombres y mujeres que durante siglos han hecho de su trabajo una señal de identidad de la industria de Mallorca, desde el Museo se hizo un llamamiento popular a 2018 para recibir fotografías de personas vinculadas con el sector. El objetivo era dignificar y hacer valer el trabajo incansable de los pequeños trabajadores, que han constituido el grosor del capital humano que ha posibilitado que el Raiguer haya sido la principal zona industrial de la isla. Además de las fotografías recibidas a partir del llamamiento popular, al monumento de homenaje expuesto al Museo también se pueden leer algunos nombres en representación de la gran cantidad de zapateros y zapateras empadronadas en la comarca desde 1885 hasta la actualidad.
Zapatos de colección
La industria de Mallorca se ha especializado en el diseño de calzado de alta calidad de piel para hombre y mujer, aunque también en la fabricación de alpargatas, calzado deportivo, calzado para niños o calzado ortopédico. Muchas empresas se han abierto a seguir las tendencias de la moda más innovadora. Incluso diseñadores locales han creado modelos que se han convertido en tendencia, y sus creaciones son conocidas en todo el mundo.
A la exposición permanente del Museo se puede apreciar una magnífica colección de zapatos elaborados por varias empresas mallorquinas a lo largo del siglo XX. A pesar de que cada zapato es el reflejo de una manera particular de entender el calzado, una visión conjunta de toda la colección muestra un nexo común: la concepción del zapato como un objeto de gran calidad trabajado cuidadosamente desde la esencia artesanal, a pesar de la introducción de la maquinaria industrial en el proceso de fabricación.
Hoy muchas de las fábricas presentes al Museo han cerrado ya sus puertas. Sin embargo, todavía queda un prestigioso grupo de empresas de calzado que continúan activas y realizan productos de una gran calidad y relevancia nacional e internacional. Es el caso de Lottusse, Miquel, Bestard, Comas, Camper, TLB, Carmina o Vidal, una muestra de las cuales se puede apreciar a la vitrina del “Calzado hoy”.
Calzado y moda
La evolución del calzado desde las formas más tradicionales hasta las más modernas ha ido siempre relacionada con los cambios en la indumentaria de cada época. En Mallorca, el abandono de la vestimenta tradicional –una de las peculiaridades más admiradas por los viajeros del siglo XIX– fue acompañado de la introducción de modelos de calzado más de acuerdo con las tendencias internacionales. Con el tiempo, a medida que el traje tradicional fue quedando relegado a usos folclóricos, también los zapatos empezaron a notar influencia de los diseños extranjeros, puesto que los fabricantes de la comarca adaptaron modelos italianos y franceses a sus producciones de calzado.
De hecho, durante las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo XX, la revista MODA Y LÍNEA, editada en Mallorca por Miquel Trobat, fue la publicación de referencia en moda del calzado en España. Ofrecía una anchísima información sobre las tendencias en el ámbito regional e internacional. Los diseñadores de más renombre publicaban sus modelos, y se mostraba como calzaban los personajes famosos de cada momento. La publicación incluía también reportajes y anuncios de máquinas, complementos y objetos auxiliares de todo tipo para la fabricación del calzado. Además, MODA Y LÍNEA permitía a sus lectores la posibilidad de confeccionar ellos mismos los modelos aparecidos en sus páginas mediante el encargo del patrón correspondiente al modelo deseado. En las últimas páginas de la publicación se anunciaba la Academia Técnica Encontrado, dirigida por el mismo editor de la revista, que se basaba en la enseñanza por correspondencia de modelado y patronazgo de calzado dirigido “a ambos sexos”.
Al Museo del Calzado y de la Industria se puede apreciar, e incluso hojear, una selección de ejemplares de la revista MODA Y LÍNEA y otras publicaciones similares, surgidas entre las décadas 40 y 60 del siglo XX.
La publicidad en el sector
La comercialización del producto es, como en el resto de las industrias, una fase esencial en todo el proceso de producción del calzado.
En la década de los años treinta del siglo XX algunos empresarios de Inca, con una clara visión dirigida a exportar mejor sus productos, utilizaron el inglés en su publicidad y en la marca comercial. En aquellos años, la fábrica de Llorenç Fluxà tenía un sello de marca en inglés: The shoe Lottusse. Trade mark, y el fabricante Mateu Pujadas anunciaba su calzado bajo la marca The Sanson Shoe. Pero fue a partir de los años sesenta del siglo XX, en el momento que se reinició la exportación masiva hacia Europa y se abrió el mercado de los EE. UU. al calzado mallorquín, cuando las grandes fábricas de calzado pensaron que una de las maneras para hacer atractivo su producto, en vistas de poder exportar, era asumir un nombre comercial que “sonara” en extranjero. Así, del adjetivo mallorquín que se emplea para expresar que algo procede del campo, “camper” (con acento en la última sílaba), surgió la marca Camper, convertida en palabra plana que otorgaba una fonética más anglosajona. Algunos de los nombres de pila más típicos de los mallorquines como Jordi o Joan se transformaron en Calzados George’s y Yanko (Joan, en húngaro). El apellido Coll, combinado con el adjetivo flexible, que hacía referencia a una de las características de los zapatos que fabricaba la empresa, dio lugar al nombre Kollflex, y también del apellido Ballester se creó el nombre de otra importante fábrica de zapatos: Ballco.
El Museo del Calzado y de la Industria exhibe una selección de reproducciones de etiquetas de cajas de zapatos, tarjetas de visita, hojas publicitarias (los flyers de la época), anuncios en prensa (los más importantes llegaron a diarios nacionales como ABC y La Vanguardia) y cartelería desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
La Wunderkammer del calzado: curiosidades y arte
Las Wunderkammers, también llamadas cámaras de las maravillas o gabinetes de curiosidades, eran pequeñas habitaciones privadas llenas de objetos peculiares procedentes de las más diversas partes del mundo. En una atmósfera íntima exponían una gran variedad de colecciones de diferentes disciplinas que combinaban ciencia, arte y superstición. Había fósiles, plantas, insectos, criaturas con deformidades, animales exóticos, hallazgos de las últimas expediciones, piezas artísticas, antigüedades, instrumentos científicos, y también puedes con “sangre de dragón”, y esqueletos del que consideraban animales míticos en aquella época. A pesar de que las cámaras de las maravillas, surgidas en el siglo XVI, desaparecieron entre los siglos XVIII y XIX, estas se consideran como las antecesoras directas de los museos de arte y ciencias naturales de hoy en día.
La nuestra Wunderkammer particular es una interpretación libre del gabinete de curiosidades. Cuenta con un conjunto de fantásticas colecciones de objetos, todas ellas vinculadas en el mundo del calzado. Las piezas expuestas incluyen zapatos históricos de diferentes partes del mundo, modelos estrafalarios, una compilación de zapatos y maquinaria industrial en miniatura, y una increíble colección de obras de arte inspiradas en formas de zapato de artistas tan importantes como Louise Bourgeois o Chema Madoz.